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viernes, 8 de noviembre de 2013

Sobre la Curación

Actualmente nuestro entorno está plagado de múltiples imágenes, creadas mediante diversos medios tecnológicos y muchas de ellas son de nuestra autoría. Es así como entonces compartimos en redes sociales y fotos de momentos cotidianos, desde el almuerzo en familia un domingo, el atardecer al lado del río con amigos y hasta nuestra nueva mascota. Ésta es, hoy, nuestra forma de comunicarnos, de mostrarnos como individuos conectados en esta gran red de circulación de imágenes.
La fotografía así mas que atesorar un lindo recuerdo pasa a ser la estructura de un lenguaje liviano y virtual ya no "le confiere importancia a los acontecimientos y los vuelve memorables” y se ha transformado en una diversión casi tan cultivada como el sexo y el baile, lo cual significa que la fotografía, como toda forma artística de masas, no es cultivada como tal por la mayoría. Es sobre todo un rito social, una protección contra la ansiedad y un instrumento de poder" como expresó Susan Sontag o Joan Fontcuberta en su texto Por un manifiesto Posfotográfico: “Las fotos ya no recogen recuerdo para guardar sino mensajes para enviar e intercambiar." 
Así como el modo de fotografiar y mirar fotografías se ha modificado desde sus inicios con los nuevos dispositivos tecnológicos que nos permite llevar una cámara a donde vayamos junto a la masiva creación y circulación de esas imágenes también ha generado distintos planteamientos teóricos acerca del estatuto de la imagen fotográfica como así también sobre la autoría de un obra. 
Artistas contemporáneos, analíticos de esta contaminación visual y el modo cambio que ha sufrido la fotografía en cuanto a su función en la sociedad y en el mundo virtual han propuesto aprovechar esta cantidad de imágenes que circulan por Internet y crear nuevas obras partiendo de ellas mismas. Como es el caso de Fontcuberta y su serie “A través del Espejo”  para  la cual  reúne  más de 300 autorretratos anónimos procedentes de Internet recopilados y editados por el mismo junto a Joaquín Gallego. Son  autorretratos individuales, en parejas o grupos, tanto en la vía pública como en espacios privados, con cámaras fotográficas o celulares que luego la gente comparte en Internet. La serie pretende el replanteamiento acerca de cómo las redes sociales cambian el fin de las imágenes pasando de ser privadas a públicas.  
Otro artista que realiza un abordaje acerca de la autoría de una obra, es Nicolás Bravo con su serie "Diez Consejos Prácticos (para mejorar sus fotografías)". Se trata de una serie de retratos a fotógrafos cordobeses. La obra tiene la particularidad de generar interrogantes acerca de quién es el autor de la obra sabiendo que Bravo no ha tomado ninguna de las fotografías, sino que han sido los mismo retratados quien han disparado la cámara mediante un control inalámbrico como así tampoco los retratados no han generado ninguna circunstancia de la imagen. 

Las dos obras dejan leer cómo tanto desde la mirada de una fotografía de un ámbito privado para a un ámbito público y se comienza a formar parte de un lenguaje nuevo articulado e influenciado por la redes sociales en auge desde hace un par de años y desde el hecho puntual de tomar las fotografías como es el caso de Nicolas Bravo quien decide dejar en manos del retratado la decisión del momento de obturar la cámara fotográfica, dejando en jaque la idea de autor y creador de la obra resultante. 

Personalmente creo que está claro que la diversidad de dispositivos fotográficos que están al alcance de todos permite un abanico de visiones e interpretaciones por parte de los usuarios como así también la función que cada individuo le otorga, pasando de un generador de recuerdo a un modo de comunicarnos y estar insertos on line con los pares de modo participativo. Y desde el lado profesional, los artistas se adecuan a este contexto, realizando un análisis sobre el tema y generando nuevos paradigmas que rompen con las antiguas concepciones y modo práctico de crear una obra incluyendo al espectador como parte interactiva de ésta y ejecutador fundamental de la obra resultante.   
Con respecto a la fotografía en sí y mas precisamente el retrato, creo que a lo largo del tiempo se ha mantenido la esencia funcional en cuanto a que devuelve lo que queremos mostrar. Recordemos los primeros retratos por encargo de la burguesía por ejemplo, con puestas en escena dirigidas por el fotógrafo con el objetivo de una imagen que escapaban de lo documental pasando a ser símbolo de grandeza. Hoy uno dispara la cámara, en un autorretrato segundos  después de estar preparados en una pose determinada y con un gesto particular para la ocasión. Es de éste modo cómo queremos que nos vean. No es un proceso del todo relajado aunque la imagen muestre lo contrario. En el trabajo de Bravo los retratados al tener el dominio de la toma se muestran como ellos mismo desean verse, disparando en el momento justo. 
De modo tal que el autorretrato tiene un significado especial al ofrecerse a la mirada no solo 
como sujeto fotografiado sino como sujeto que fotografía.

Referencias bibliográficas:
ARROYO, Pedro. El artista postfotográfico.  El Otro Blog. Mayo, 2011.
FONTCUBERTA, Joan. Por un Manifiesto Postfotográfico. Abril, 2011
FONTCUBERTA, Joan. La cámara de pandora. Editorial: Gustavo Gili. 2010.
PRADA, Juan Martín. Imágenes raptadas. Fotografía, Internet y las nuevas estéticas apropiacionistas. Madrid. Marzo,2013.
SONTAG, Susan. Sobre la Fotografía. Cappitulo 1: En la caverna de Platón. Editorial Alfaguara. Coleccion: CONTEMPORANEA.
FREUND, Gisele. La fotografía como documento social. Barcelona. Gustavo Gili. 2003. 


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